domingo, 7 de noviembre de 2010

De médicos y matasanos segunda parte.


Bueno se ha hecho esperar pero ya esta aquí la segunda entrega de "De médicos y matasanos".
Si recordáis la anterior entrega yo salí al fin de la consulta de la doctora de cabecera, curioso nombre, con mi flamante volante para el urólogo y ya creía resueltos mis problemas....¡iluso! no acababan mas que empezar...
Estaba yo en la consulta del urólogo en Son Llatzer esperando con mis fotos bajo el brazo y oí mi nombre ¡cuanto tiempo esperando este momento! ella y yo, no mi mujer no, bueno ella también y al fin estaba aquí; entro y me siento ante un médico joven y muy "gracioso", gracioso porque le encanto mi historia pero no se la creyó, la madre que lo pario ¡me van a tocar a mi todos los tarados de la clase médica! pensé yo y mira que le enseñe las fotos, mira que le dije que tengo dos hijos que esa estrechez era nueva y que nunca antes la había visto en el extremo de mi miembro...
Pues nada que no pude con el y después de unas palmaditas en la espalda salí de allí con fecha para rebanárme el frenillo con láser, eso si.
Si señor como en la saga de Stars Wars ya estaba yo frente al láser y ganó el; olor a carne quemada y dos puntos de sutura después ya estoy listo camino de casa pero seguro que eso no serviría de nada; no me equivocaba y en cuanto la herida cerro lo que no se abría era mi prepucio...vuelta al doctor "risitas".
Pero como suele ser norma en la sanidad pública la cosa se alargo tanto, la demora mal pensados, que me llamaron de otro hospital y al fin di con alguien que me entendía y creía....
Bueno después de contarle a la nueva doctora que me toco en suerte toda mis aventuras me dio hora para operarme de fimosis adquirida, yo os juro que no compre nada pero se llama así, y en unos días me vi boca arriba en la sala de operaciones.
Ras...ras...ras... y fuera pellejo molesto, puntada va y puntada viene cosido y para casa..¡¡¡al fin veía la luz al final del túnel!!!
Ya en casa ha mi mujer se le ocurre que quiere ver como ha quedado el extremo después de pasar por la guillotina y ni corta ni perezosa cuando yo ya estaba en la cama se coloca de rodillas junto a mi con la cara bien cerquita de "ella" y su hermoso culo apuntando desafiante hacía mis ojos, para complicar mas la situación...desnuda.
Como corrí hacia la ducha fría, como tiraban los puntos de sutura....y Bea preguntando que a donde iba tan rápido.
Para terminar comentaros que eso de las erecciones matutinas es cierto y no solo matutinas yo las tres primeras noches no pegue ojo...cada vez que se levantaba ella tirón de los puntos y al agua; menos mal que se me ocurrió amordazarla cada noche con una venda y esparadrapo y así pude ir tirando hasta que me quitaron los puntos.


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