Estoy cansado de oír a vascos que suenan a gallegos, gallegos que suenan como tontos o argentinos infumables...es como lo de los Reyes Magos ¡no habrá negros, que tienen que pintar a un blanco!.
En resumidas cuentas, no creo que cueste tanto buscar a personas que tengan el acento deseado en lugar de malos imitadores.